Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 21.04.18
Esta demanda demócrata demuestra que son incapaces de reconocer su derrota electoral
El odio frenético hacia Trump, esa pasión obsesiva que nubla el cerebro y la vista y conduce una y otra vez al error, no es monopolio de los periodistas a ambos lados del Atlántico. El Partido Demócrata, probablemente histérico ante la popularidad de Trump que es hoy superior a la de Obama a esta altura de la presidencia, intenta una guerra judicial que genere unas toneladas más de lodo contra la Casa Blanca y su entorno, de cara a las elecciones parciales de noviembre próximo. Para ello presentó ayer una demanda nada menos que contra Rusia, contra el equipo electoral de Trump y contra Wikileaks. Dicen que Moscú, la gente de Trump y Wikileaks conspiraron para hacer daño a Hillary.
El Comité Nacional del Partido Demócrata (NDC), único órgano permanente del partido, trufado de activistas liberados a la izquierda de sus congresistas, demuestra con esta rocambolesca demanda que siguen allí siendo incapaces de reconocer su desastre electoral. La demanda llega cuando la investigación sobre supuestas conexiones entre Rusia y Trump lleva un año en exhaustivos trabajos y el fiscal especial Mueller no tiene nada. Como alternativa está la vida sexual de Trump y las diversas meretrices que le adjudican, que si pagó o no pagó. Que está enfermo. O demente o senil. Da igual. Todo vale. Se mezcla investigación, difamaciones, insultos, datos, bulos y acusaciones y con todo se fabrica humo sin cesar. Los medios titulan desde antes de las elecciones que Trump está acorralado y a diez minutos de caer. Y de momento, nada. Y esta semana con una popularidad del 51%. Sus enemigos desesperan.
Ahora dicen en la demanda que la conspiración es una «traición sin precedentes» a la patria. Otros creen que la traición habría sido perder ante un ser desequilibrado como Clinton. Es otro intento de paralizar a Trump, asfixiándolo en cuestiones personales. Nunca en la historia hubo tal caza al hombre de la Casa Blanca como con este personaje que desafía a toda la lógica política. Quizás en algún momento todos juntos lo consigan. De momento no es así. Y desesperan porque él parecer disfrutarlo todo.