Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo, 17.03.19
Los medios occidentales cada vez adoctrinan más e informan menos
PRODUCE estupor saber que ciudades europeas son hoy más peligrosas que países africanos conocidos por su miseria y violencia. Pese a ello, la noticia apenas tuvo eco. Eso pasa porque los medios en Occidente están tan volcados en adoctrinamiento e instrucciones para la conducta y el pensamiento del probo ciudadano. Apenas tienen tiempo, espacio e interés para informar de hechos relevantes. Menos aún de aquellos que contradigan el mensaje canónico de la cada vez más implacable, represiva y totalitaria corrección política. Ahí tienen ahora a todos los medios públicos y privados implicados en la aberrante campaña de abuso de menores que es la movilización de niños en contra del cambio climático. Con la imperdonable complicidad de los estamentos oficiales, la cobarde inhibición de los partidos políticos, se moviliza a los niños hacia una militancia fanatizada en un falsario «combate final en favor del planeta» y contra sus enemigos. Que ya se ocupan algunos mayores de identificar como todo aquel que se resista a las coacciones, supresiones y prohibiciones, todas en aras del bien supremo de la salvación del planeta. El enemigo de la supervivencia del planeta no merece perdón. Como en la revolución cultural china, cuando los colegiales humillaban y ejecutaban a profesores u otros adultos por no ser suficientemente comunistas, ahora, entre consignas «antifascistas» y anticapitalistas, los niños manipulados demandan medidas colectivistas de disciplina social y, por si hubiera dudas sobre la orientación, con la canción partisana comunista «Bella Ciao» como himno.
Mientras, y aquí pasamos de la demagogia al drama, cientos de jóvenes de origen somalí de ciudades inglesas han sido enviados por sus familias a Somalia por miedo a que sean asesinados en la plaga de acuchillamientos en sus barrios. Los hijos de refugiados somalíes llegados al Reino Unido en huida de la violencia sectaria en Somalia huyen de vuelta porque allí están más seguros. Los padres devuelven a sus jóvenes a África. Allí corren menos peligro que en los suburbios de Londres, Birmingham o Mánchester.
Los acuchillamientos entre jóvenes son ya una epidemia en el Reino Unido. En doce meses hasta septiembre de 2018 se produjeron 39.818 ataques con arma blanca. Hoy hay un ataque con arma blanca cada 14 minutos. La mayor parte de los afectados e implicados son ciudadanos procedentes de antiguas colonias. La pesadilla multicultural de los barrios pobres británicos genera así situaciones tan graves como aquellas de las que huyeron sus habitantes. Huyeron de un infierno y han recreado el infierno donde fueron acogidos. Hay otros ciudadanos que huyen ya de Europa por miedo. Por los efectos de esa multiculturalidad que, como avisó Giovanni Sartori, destruye el «demos», la convivencia, y al final, la democracia. Los judíos europeos emigran a Israel ante el nuevo activismo antisemita importado con la inmigración musulmana. Todos los medios agitan la enésima campaña de histeria y demagogia izquierdista. Con la fiel colaboración del ultracentrismo que es la derecha idiota. Y todos ocultan las auténticas catástrofes sociales. Porque son parte de sus planes.
EconomíaPublicacionesDEMAGOGIA Y DRAMA
marzo 28, 2019